ALGO DE HISTORIA
La primera inscripción registral de la casa aparece en el año 1850 y desde esta fecha hasta 1934 fue propiedad de diversas familias acomodadas que la utilizaron como vivienda de recreo en la que pasaron los largos periodos estivales, atraídos por las bondades climatológicas de Mijas, la calidad del aire de la sierra y la pureza de las aguas de los muchos manantiales que surtían a la localidad.
Entre estos propietarios cabría reseñar a Rafael Romero Aguado, que sería el 2º Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y al ingeniero Fernando Loring Martínez, hijo, nieto y biznieto de Manuel Loring Heredia, George Henry Loring Oyarzábal, George Loring James y Manuel Agustín Heredia Martínez, prohombres muy destacados del desarrollismo industrial de la España del siglo XIX.
A partir de 1934, la vivienda fue adquirida sucesivamente por diversas familias del municipio y en 1941 la compraron los abuelos de los actuales propietarios. A partir de entonces, además de domicilio familiar, y debido al considerable tamaño de la casa y buena ubicación, en ella se desplegó una intensa actividad comercial y de negocios. En los patios se desarrollaban un sinfín de actividades que se sucedían unas a otras según la época del año: se trabajaba la palma y el esparto, se comerciaba con cereales, aceite o cal, y se envasaban uvas pasas e higos secos para su venta.
En la planta baja se instaló una taberna que durante años fue lugar de reunión de vecinos y hombres de negocio y donde probablemente se cerraron un buen número de los contratos de la época. Con el paso del tiempo, se convirtió en “casa de comidas” a la que acudían tanto personas del pueblo como foráneos que venían a Mijas por razones comerciales o por ocio, y en la planta superior se habilitaron varias habitaciones para alojar a quienes venían a vender sus mercancías o a pasar unos días de descanso, convirtiéndose durante años en el único inmueble con estas características que existía en la localidad. Estas dos actividades se prolongaron, la primera hasta finales de la década de los 50, y la segunda hasta bien entrados los años 70 del siglo pasado.
Con la reforma que finaliza en 2021, los actuales propietarios han apostado por recuperar para el edificio los principales usos que tuvo durante el pasado siglo; esto es, comercial, hostelero y hotelero, pero desde una óptica y con una filosofía completamente renovadas al objeto de convertirse en un referente de la oferta de servicios turísticos no sólo de Mijas, sino de la Costa del Sol occidental.